No hay nada más transparente que la sonrisa de un niño y la mirada de amor de un abuelito o abuelita; valoremos su cariño, sus experiencias, sus consejos… pero especialmente, su presencia en nuestras vidas.
¡Qué vivan nuestros abuelitos JIS!
No hay nada más transparente que la sonrisa de un niño y la mirada de amor de un abuelito o abuelita; valoremos su cariño, sus experiencias, sus consejos… pero especialmente, su presencia en nuestras vidas.
¡Qué vivan nuestros abuelitos JIS!