La música es la expresión más maravillosa para el ser humano; en el Jardín Infantil Stanford nos preocupamos porque nuestros niños disfruten, se alegren y puedan expresar todo lo que tienen en su interior a través de ella; el practicar un instrumento, seguir el ritmo por medio de bailes, canciones, movimientos, carreras, entre otras dinámicas, les permite mostrar lo que hay dentro de cada uno de ellos.
Desde esta área no solo desarrollamos habilidades musicales, sino habilidades para la vida; aprendemos a trabajar en equipo, a compartir, a cooperar unos con otros y así evidenciamos que de la unión salen productos hermosos, melodías preciosas, canciones que llegan al alma y al corazón. Para los niños la música es el contacto con la seguridad de lo conocido, la unión entre casa y este nuevo lugar, en donde también escucha esas melodías que canta mamá y que tanto le tranquilizan; por otro lado, a través de esta área apoyamos procesos de aprendizaje, estimulamos sus hemisferios cerebrales y aprestamientos que ayudan a mejorar su desempeño en varios aspectos del conocimiento.