Todos los años grandiosos deben terminar de una manera única y fenomenal, precisamente eso fue lo que ocurrió el día de nuestra clausura, gracias al talento, espontaneidad y dulzura de nuestros niños, pudimos disfrutar de un gran show, en el que se reconoció el valor de la familia como artesana de valores y motor para cambiar el mundo desde las pequeñas grandes acciones.
Sea este el momento para agradecer a todas nuestras familias por hacer parte de este gran proyecto que busca siempre hacer niños felices y educar con amor.