El fin de un año escolar es un torbellino de emociones para todos, pero especialmente para nuestros gigantes de K5.
Les deseamos toda la felicidad, buena salud y éxitos por venir, mientras atesoran los momentos inolvidables de todo el tiempo que pasaron con nosotros. Este año, nos enorgullece haber entregado a los mejores colegios de la ciudad, niños alegres, curiosos, solidarios, excelentes comunicadores y con corazones tan grandes que siempre estarán listos para ayudar a los demás.
¡Que Dios bendiga a nuestros pequeños graduados y sus familias en la emocionante nueva etapa que comienza en sus colegios grandes!